MOTORIZACIÓN Y MECANIZACIÓN[1].
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Con la aparición en el campo de batalla de las armas automáticas y de la artillería de tiro rápido, se consiguió aumentar considerablemente la potencia de fuego, pero a costa de un enorme aumento en el consumo de municiones. Además, el ganado de tiro de las unidades de artillería desplegadas en primera línea era muy vulnerable a dicho fuego. Por estos motivos, desde finales del siglo xix se buscó el modo de sustituir la tracción animal por vehículos automóviles. Ya en el año 1882, se habían probado las locomotoras camineras Aveling Porter en tres configuraciones distintas: como locomóvil, grúa o cabrestante, de acuerdo a la posición de su árbol motor. Además de las pruebas como elemento tractor, se emplearon en el artillado de cañones de costa. A pesar de que entraron en servicio en ese mismo año, no fueron declaradas reglamentarias hasta el año 1893 y no fueron consideradas como elementos de tracción para transportes estratégicos o tácticos, sino simplemente elementos auxiliares para el servicio. También con tracción a vapor, en el año 1902 se ensayaron (y posteriormente, se adquirieron) varios modelos de automóviles. En concreto el tren Renard, de 40 caballos de potencia, compuesto por dos camiones de 1900 kilos de carga, y el camión automóvil Gardner-Serpollet, con un motor de 25 caballos de potencia. Cuando aparecieron los motores de explosión se ensayaron cinco tipos de camiones: 2 Schneider, 1 SAG, 1 Daimler y 1 Benz, además de cuatro modelos de coches rápidos. Los ensayos se realizaron en el año 1908, con idea de sustituir la tracción animal para los transportes de todo tipo a retaguardia de la primera línea, el municionamiento de las unidades artillería de sitio[2], e incluso, trasladar bocas de fuego y efectos a primera línea de fuego. En la primera modalidad de transporte antes citada (transportes de todo tipo a retaguardia de primera línea) se incluían los transportes correspondientes a los parques móviles divisionarios, columnas de municiones y columnas de parque de cuerpo de ejército, en definitiva, lo que hoy denominaríamos transportes logísticos. Camiones de estos modelos probados en 1908, fueron enviados a Melilla durante la campaña del Rif de 1909, donde prestaron servicios de importancia, y tanto el material como el personal que lo sirvió superaron las expectativas creadas inicialmente; y a consecuencia de ello, por Real Orden Circular de 6 de septiembre de 1910, se crearon las Brigadas automovilistas afectas a las Comandancias de Artillería de Ceuta y Melilla, así como la Brigada automovilista de la 1ª Sección de la Escuela Central de Tiro. Su principal cometido era el transporte de los trenes de artillería de sitio y de las municiones cuando éste último se hacía por buenos caminos. Para atender a la creciente necesidad de personal especialista en conducción y mantenimiento, en el año 1908, se aprobaron con carácter provisional, mediante Real Orden Circular de 18 de diciembre, el Reglamento de la Escuela de conductores, mecánicos y maestros-montadores de automóviles, a cargo del arma de Artillería. Además, en la citada orden, también se aprueban los programas de estudios para la formación de dicho personal. Pocos años más tarde, en 1913, se continuaron las pruebas para la organización de trenes de sitio dotados con vehículos de motor de explosión. Se organizó un tren con un tractor Daimler y cuatro obuses de bronce comprimido de 15 cm y el otro con un tractor Skoda y cuatro cañones de bronce comprimido de 12 cm. Para el movimiento de dichos trenes se modificaron los sistemas de enganche de manera que las piezas giraran en el mismo sitio donde lo había hecho la anterior, dada la longitud del tren. Cada uno de los trenes se completaba con un camión que remolcaba un carro parque y otro para transporte de munición. De todas formas, este tipo de camiones, o tractores según el léxico de la época, válidos para los trenes de sitio, no se consideraban adecuados para los movimientos tácticos de la artillería de campaña, desde la carretera hasta el asentamiento. Por ese motivo se probaron varios modelos de tractores. Es el caso del tractor Pavesi, de orugas, adquirido en corto número; y también, del tractor semioruga Citröen, probado en el año 1930 y que, pese a que las pruebas se consideraron satisfactorias, no se adquirieron. Pocos años después, cuando la red de comunicaciones se fue adecuando al nuevo tipo de transporte, el vehículo con motor de explosión desplazaría al ganado prácticamente en todas las unidades de artillería, salvo la artillería de montaña. Por otro lado, la aparición del carro de combate en la primera guerra mundial extendió la idea de montar el cañón sobre un vehículo apto para ello. En España, el primer desarrollo se materializó en el Carro de Asalto N.º 1 (CA-1) que montaba un cañón de 75 mm y varias ametralladoras, tripulado y servido por artilleros. Se organizó una batería de 6 carros en la Escuela Central de Tiro al mando del capitán Carlos Ruiz de Toledo en el año 1921 que fueron enviados a Melilla al año siguiente, entrando en combate por primera vez en Sbuch Sba. Por Real Orden de 30 de abril de 1925, se concedió a la batería de carros de asalto la Medalla Militar colectiva por su intervención en la región de Tarsit entre mayo y junio de 1923. Esta
unidad constituyó el antecedente de las actuales unidades de artillería
autopropulsada. [1] Se entiende por artillería motorizada aquella que es remolcada por un vehículo de tracción mecánica (inicialmente de vapor y, más tarde, con motor de explosión); mientras que la artillería mecanizada es aquella en la que el propio montaje de la pieza es por sí mismo automóvil. Hoy en día, se denominan remolcada y autopropulsada, respectivamente. [2] Compuesta por bocas de fuego de mayor calibre que la artillería de campaña y, por lo tanto, requería transportar mayor peso y volumen de munición. |
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Locomotora caminera Aveling Porter. +Info
Multimedia. Motorización de la artillería.
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Multimedia en el que se aprecian los primeros pasos en la motorización de la artillería. En primer lugar dos vistas de la locomotora caminera Aveling Porter, en dos de las configuraciones que se emplearon: locomóvil y grúa. A continuación podemos ver las fotografías correspondientes a las pruebas hechas en el Polígono de Experiencias de Carabanchel para la organización de trenes de artillería de sitio con tractor automóvil, publicadas en el Resumen de los trabajos del 4º negociado de la sección de artillería del ministerio de la guerra durante el año 1913, libro editado en el año 1914. Las fotos corresponden a las pruebas efectuadas con un tren de obuses de 15 cm y tractor Daimler y otro de cañones de 12 cm y tractor Skoda; una tercera foto muestra al completo los trenes junto al tractor del carro parque y un camión para transporte de munición. Y, finalmente, una serie de fotografías pertenecientes al tractor Citröen, probado en el año 1930. La primera de ellas, corresponde a un anuncio comercial del representante de Citröen en España, publicado en el Memorial de Artillería de 1930, en la que se aprecia un tractor remolcando un cañón de 7,5 cm de campaña que se ha montado sobre un carrillo provisto de suspensión elástica, ya que los montajes de campaña no estaban preparados para el transporte por carretera a las velocidades alcanzadas por los vehículos con motor de explosión. El resto de las fotografías muestran varios momentos de las pruebas efectuadas por la Comisión de Experiencias en el Polígono de Carabanchel. Se puede apreciar en ellas, que el personal que conduce el tractor no es militar; debe tratarse de empleados de la casa Citröen. |
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Reglamento para la escuela de conductores. +Info
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Teniente de Artillería D. Federico Gomá Orduña, de la
Comandancia de Artillería
Fotografía tomada el 16 de octubre de 1923 en Dar-Drius.
Multimedia. Carro de Asalto Schneider CA-1 en movimiento.
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Cañón de 75 mm Schneider. +Info