LOS ARTILLADOS DE LA COSTA

El desarrollo de la artillería de costa discurrió de forma paralela a la evolución de la artillería de plaza y sitio; incluso un año después de adoptarse el primer cañón de retrocarga para la artillería de batalla, en el año 1868 se declaró reglamentario el primer cañón de costa de retrocarga, una pieza de 24 cm de calibre y construida mediante un tubo de hierro fundido, zunchado con acero soldado[1], todo ello fabricado en Trubia a semejanza de un modelo francés seleccionado por el general Elorza como el más adecuado a nuestras capacidades, después de realizar una comisión por varios países europeos.

Pronto, la coraza de los grandes barcos obligó a disponer de cañones más potentes, con lo que la artillería de costa pasó a organizarse en tres grandes tipos: la artillería primaria, con cañones de calibre superior a 30 cm, cuya velocidad inicial fue aumentando hasta llegar a los 900-1000 m/seg. Los tubos se unificaron a una longitud de entre 45 y 50 veces el calibre del mismo y sus montajes permitían el fuego en 360º grados en dirección. Dado lo enorme de sus montajes y municiones, se hizo necesario disponer de servosistemas y mecanismos automáticos para todas las operaciones de servicio en fuego, lo que les permitía una cadencia cercana a 1 disparo por minuto. Este tipo de artillería nunca se pudo fabricar en España, recurriendo en todos los casos a fabricantes extranjeros, Krupp y Armstrong principalmente, y más modernamente, Vickers.

El segundo grupo de bocas de fuego, denominado artillería intermedia, consistía en piezas de entre 20 y 30 cm de calibre, con velocidad inicial similar a la de los super-cañones. En este grupo se podría incluir la colección de artillería de costa diseñada por el teniente coronel Ordóñez, que entre los años 1884 a 1890 diseñó varios modelos de cañones declarados reglamentarios, de 30,5 cm[2], 24 cm y 21 cm, además de obuses de los mismos calibres.

El tercer grupo, denominado artillería secundaria, estaba compuesto por cañones de calibre comprendido entre 20 y 15 cm. Este grupo se caracterizaba por una velocidad inicial ligeramente inferior a los grandes cañones, pero con el tiempo obtendrían una alta cadencia cercana a los 5 disparos por minuto. Dentro de este grupo estarían los cañones de 15 cm Ordóñez modelos 1878 y 1885, el cañón 150/45 Munáiz-Argüelles o el cañón de 150/50  González Rueda, y ya entrado el siglo xx, el cañón 152,4/50 Vickers, en versiones de torre simple y doble.

El empleo de obuses de costa, abandonado por la artillería española durante gran parte del siglo xx, y retomado a comienzos del xxi, aunque con otra filosofía, no podía considerarse como una solución de circunstancias, sino que el obús tenía ciertas ventajas sobre el cañón, principalmente la precisión en aquellos alcances en que el cañón la perdía, su menor presión de disparo permitía una vida útil muy superior a la vida del tubo de un cañón y su instalación se podía hacer en asentamientos ocultos a las vistas de los blancos que iba a batir.

Recientemente se ha adoptado como único material reglamentario para artillería de costa el Obús 155/52 fabricado por Santa Bárbara[3] para organizar un sistema de artillería de costa móvil, a diferencia de todos los sistemas empleados en España con anterioridad que exigían un emplazamiento fijo.

Precisamente, el emplazamiento de los sucesivos cañones de costa, cada vez más potentes, voluminosos, pesados y complejos, fue el trabajo más exigente de la artillería de costa del siglo xx, y al que se rinde un especial tributo en esta exposición.

El principal avance en la técnica del tiro contra barcos se produjo a mediados del siglo xx cuando entró en servicio el sistema de dirección de tiro Costilla[4]. Este sistema determinaba, de forma continua, un punto donde dirigir el fuego de las piezas en función de la ley de movimiento del blanco. Para ello necesitaba un telémetro, un calculador y un receptor por cada pieza conectada al sistema.

El telémetro suministraba al calculador los datos de orientación y distancia de forma permanente, mediante una señal eléctrica. El calculador determinaba la ley de movimiento y calculaba el punto futuro donde se encontraría el blanco una vez transcurrido el tiempo de vuelo de los proyectiles y enviaba una señal eléctrica correspondiente a la puntería de cada pieza a dicho punto futuro; la señal se reflejaba en el receptor y cada pieza debía apuntarse en los ángulos de dirección y elevación determinados en él.

Este sistema permitía actualizar la puntería de forma prácticamente simultánea a las variaciones en el rumbo del blanco, al contrario que el método de tiro aplicado hasta entonces, denominado predicción en tiempo, en el que había que esperar 30 segundos o 1 minuto para detectar la variación del rumbo del objetivo.


[1] El termino acero soldado se aplica al acero fabricado en un tipo de horno conocido como horno de pudelar. También se le denomina acero pudelado o pudlado.

[2] Se incluye en el grupo de cañones intermedios ya que su capacidad de perforación era equivalente al cañón Krupp de 26 cm.

[3] Actualmente General Dynamics Santa Bárbara.

[4] Ideado por el entonces comandante Juan Costilla, entre los años 1920 a 1927, no fue posible construirlo hasta la década de 1940. Antes de dicho sistema ya había experimentado con éxito en el curso de tiro de El Ferrol de 1925 y de Palma de Mallorca de 1927, un sistema compuesto por un telémetro Braccialini y un predictor-corrector transmisor automático inventado por él, que podría considerarse como el primer sistema de dirección de tiro empleado en España.

C.H.E. 15 cm Ordóñez mod. 1885. +Info

Cañón 150/45 Munáiz-Argüelles mod. 1903. +Info

Obús de 24 cm Ordóñez mod. 1916. +Info

Cañón 152,4/50 Vickers mod. 1923. +Info

Artillado de un cañón de 30,5 cm. +Info

Multimedia. 

 Artillado de la costa española en el siglo XX.   

Con este título se presentan diversas reproducciones de fotografías realizadas en las décadas de 1930 y 1940, que muestran los trabajos realizados en los años 30 para la instalación de piezas de 38,1 mm (15 pulgadas) Vickers en Ferrol y Cartagena, así como del traslado que se hizo en los años 40 de varias piezas de ese mismo calibre desde Ferrol hasta Paloma Alta (Cádiz).

Las digitalizaciones han sido facilitadas por el Regimiento de Artillería de Costa N.º 4.

Las fotos que se muestran corresponden a:

-       1930: obras del asentamiento en Campelo Alto (Ferrol).

-       1930: montaje de la grúa puente en Campelo Alto.

-       1933: final del artillado de un cañón de 38,1 cm en Campelo Alto.

-       Década 1930: trabajos para subir un cañón de 38,1 cm a Cabo Tiñoso desde el Puerto de la Azohía (Cartagena).

-       1941: traslado de un cañón de 38,1 cm por Lobateiras (Ferrol).

-       1941: material 38,1 cm a su paso por Catabois hacia Ferrol, camino del Estrecho de Gibraltar.

-       1941: transporte por ferrocarril desde Ferrol a Cádiz del material 38,1 antes instalado en Campelo Alto.

-       1941: traslado desde Tarifa a Paloma Alta: río de La Vega.

-       1941: traslado desde Tarifa hasta Paloma Alta del material 38,1 cm.

Multimedia. 

Secuencia de disparo de un cañón 38,1 cm Vickers.

Pequeño videograma en el que se resumen las operaciones más importantes para la ejecución de un disparo con el cañón 38,1 cm Vickers. La película está rodada a finales del siglo xx en la batería de Paloma Alta (Cádiz), y corresponde a una de las piezas que se mostraron en la presentación multimedia anterior.

Telémetro López-Palomo. +Info

Calculador. +Info