Metal, madera.
368 x 172 x 147 cm.
Museo del Ejército, Toledo.
Nº catálogo 4953.
Depósito temporal en la Academia de Artillería, Segovia.


Cñ. t.r. 7,5 cm. Krupp mod. 1895.

Cañón de tiro rápido de 7,5 cm Krupp modelo 1895, fabricado en Essen (Alemania) en el año 1901. Dispone de las tres condiciones que permiten denominarlo de tiro rápido: un arado[1] lo fija al terreno y un muelle situado bajo la cureña anula el retroceso; el proceso de carga se puede hacer rápidamente, ya que dispone de un mecanismo de maniobra que abre el cierre en un solo movimiento y la munición es engarzada; y el montaje permite hacer puntería en dirección y elevación sin necesidad de desclavar el arado.

El tubo, fabricado en acero, es de dos cuerpos. El primero de ellos, cilíndrico, contiene el alojamiento del cierre, que es de forma troncocónica con sectores lisos y roscados, con obturación por vaina. También se distinguen una meseta de puntería, el soporte para el alza de derivas, el punto de mira y los muñones. El segundo cuerpo es ligeramente troncocónico, finalizado en tulipa.

La cureña, metálica, está formada por dos gualderas sobre las que se monta una pequeña cuna que le imprime al tubo el ángulo de dirección mediante uno de los volantes de puntería de la gualdera izquierda; el otro es para la puntería en elevación. La cuna dispone de muñoneras con sobremuñoneras.

Las gualderas se unen en contera donde se encuentra el argollón. Bajo él, se encuentra el arado elástico, denominado así porque está unido a la cureña a través de un muelle que absorbe el retroceso y devuelve al montaje a su posición inicial de disparo.

La cureña va montada sobre un eje metálico con ruedas de madera y llanta metálica. Dispone de dos asientos llamados sobre-eje, para ser ocupados por sendos sirvientes durante el transporte.

El cañón tuvo su entrada en el Museo de Artillería (hoy Museo del Ejército) en junio de 1914, procedente del Parque de Artillería de Madrid.


[1] Se denomina arado al elemento situado en la contera (parte de atrás de la cureña) por la semejanza al arado agrícola, ya que se clava en el suelo igual que lo hace la reja de un arado de tipo romano cuando se abren los surcos en la tierra, pero en este caso, la intención es mantener el cañón inmóvil tras el disparo.